Llegando a la laguna nos encontramos con la Reserva Forestal Laguna Salada Grande, tiene una extensión de 36 has. y depende del Ministerio de Asuntos Agrarios y Pesca de la Provincia de Buenos Aires. Fue especialmente creada para proteger y conservar los Montes Naturales de Tala del lugar.
Esta RESERVA, como todas las que existen en la provincia se rige por una Ley Provincial 10907 de Reservas y Parques Naturales, sancionada en 1990 que define los tipos y funciones de las Reservas Naturales.
Esta es una RESERVA NATURAL DE OBJETIVO DEFINIDO: BOTANICA, esto quiere decir que está constituida con la finalidad de proteger el suelo, flora, fauna, sitios u objetos naturales o culturales en forma aislada o conjunta. La actividad humana puede ser permitida, aunque en forma reglamentada, y compatibilizando las necesidades de conservación de las especies u objetos de interés con las posibilidades de aprovechamiento y uso de los restantes recursos.
Reservas Botánicas: son destinadas a preservar especies vegetales representativas por resultar de valor científico o por su importancia potencial para su aprovechamiento utilitario o impedir la desaparición de especies amenazadas.
Este lugar posee ciudador. Su importancia reside en que estos bosques constituyen la única vegetación arbórea natural en la inmensa llanura pampeana. También hay coronillos, sombra de toro, sauco y otros. En ella pueden encontrarse comunidades de ciervos Axis, originarios de la India.
Un poco de historia de estos montes de tala…
Hace mucho tiempo en la provincia existían gran cantidad de montes de talas, por lo cual la zona era conocida como de Los Montes Grandes y la explotación de estos espesos montes, comenzó con el poblamiento del Pueblo y Colonia del Divisadero (hoy Gral. Madariaga), favorecido por la instalación del ramal férreo Guido-Juancho del Ferrocarril del Sud, originándose varios obrajes de explotación de los montes de talas en las estancias del partido.
Ante la creciente demanda, favorecida por las consecuencias de la guerra mundial, los propietarios de campos con montes de talas, establecieron sucesivos Obrajes para vender la leña a los ingleses que no recibían carbón para sus máquinas, como en los campos La Selva y Tío Domingo, que dieron lugar posteriormente a la formación de prósperas colonias.
El auge del movimiento de los obrajes se alcanzó por esos años y así se consigna que el explotado en el Obraje de la Estancia LA PROVIDENCIA (ubicada camino a la Laguna Salada Grande) de la Flia. Martínez Guerrero, tenía un promedio de 500 a 600 hombres, que producían unas 2000 toneladas de leña mensuales, todo lo que reflejó un considerable aporte al progreso del partido.
El progreso jugó, aunque parezca paradójico, una mala pasada. La industria de la leña, al ser desplazada por los derivados del petróleo decayó en su explotación; dejando limpia de montes, afloró la pampa, y así se llegó, como saldo rescatable, a la incorporación de vastas extensiones de tierras de las más aptas para la agricultura y ganadería.
No significó una frustación ni un fracaso, se cumplió una etapa, cerró un ciclo, finalizó una época.
… Pero rápidamente se terminaron estos montes, tanto fue así que la palabra se hizo verbo y ahora para decir cortamos árboles decimos «talamos árboles», es decir que se creó el verbo TALAR.
Los bosques de celtis Tala «Tala» en la provincia de Buenos Aires tienen una amplia distribución, extendiéndose desde San Nicolás al norte de la provincia, hasta la Laguna de Mar Chiquita en la Costa Atlántica, y hacia el oeste llegando hasta los partidos de Lobos y Monte.
Estos bosques se desarrollan sobre distintos tipos de terrenos (barrancos, suelos compactados con tosca, médanos muertos y depósitos conchiles). Estas formaciones son comunidades edáficas de características xerófilas que representan una extensión de la provincia del Espinal.
El área ocupada actualmente por esta formación es considerablemente menor a la potencial, debido al impacto antrópico a que la misma ha sido sometida durante años. Las principales causas de esta reducción han sido la utilización de madera como combustible y la actividad agrícola-ganadera. En el partido de General Juan Madariaga la mayoría de los cultivos de papa se hacen sobre suelos de talares, una fracción de estos bosques, situada en Gral. Madariaga, se encuentra protegida legalmente por la Ley Provincial 46221/37 y el Decreto Provincial 18529/49 que la declara Reserva Forestal. Esta situación permitió que se conserve un remanente de bosque en un área con un alto grado de actividad humana.
No existen estudios sobre la reserva, a excepción de una descripción general de la zona basada principalmente en la hidrología de la laguna Salada Grande, adyacente a la reserva.
– Ubicación geográfica de la Reserva
La Reserva Forestal Laguna Salada Grande se halla ubicada a los 36º latitud sur y 56º longitud oeste, al noroeste de la ciudad de General Juan Madariaga, a orillas de la laguna homónima, en el límite con el partido de General Lavalle.
– Clima
La región se encuentra comprendida en la zona de América del Sur, de climas lluviosos y moderadamente cálido, siendo la característica del clima correspondiente al templado húmedo, zona climática de transición al cálido con una temperatura media anual de 14.5 Cº.
Inviernos suaves y veranos bastante lluviosos y cálidos, con picos de precipitación en los meses de diciembre y marzo que superan los 80 mm. En el área se encuentran dos tipos de suelo, diferenciados por la permeabilidad y su altura relativa. Estas diferencias se manifiestan en el tipo de vegetación asociada, los bosques de tala se encuentran en suelos tipo rendzina y los distintos pastizales en suelos tipo humic-gley.
– Características de los suelos
Rendzina: Proviene de materiales muy ricos en calcareo. No presentan horizonte argílico ni cálcico y se desarrollan en climas húmedos.
Humic-gley: Presentan un horizonte superficial, oscuro, saturado principalmente con cationes bivalentes y con estructura moderada a fuerte. Tiene horizonte argílico, están saturados de agua en alguna estación del año. Se desarrollan bajo la influencia de aguas subterráneas, permanentes y fluctuantes.
– Vegetación
Desde el punto de vista de su vegetación natural, la región pertenece al Distrito Pampeano Oriental, que se extiende por el norte y este de la pcia. de Buenos Aires hasta Tandil y Mar del Plata.
La vegetación característica del distrito es el «talar», que constituyen bosques xerófilos más o menos densos. Predomina celtis tala «tala», con este crecen Scutia Buxifolia «coronillo», Jodina Rhombifolia «sombra de toro», Schinus Longifolius «molle», Phitolaca Dioica «ombú» y Sambucus Australis «sauco».
Los talares nunca se asientan directamente sobre sedimentos arcillosos marinos de las zonas bajas, en las cuales se desarrollan solamente comunidades de pradera húmeda y salada. En estas zonas encontramos diversas comunidades hidroalófitas asentadas sobre VERTISOLES, siendo la principal la pradera salada que se sitúa en una posición topográfica algo más elevada que la pradera húmeda.
En las áreas cercanas a la reserva existen otras comunidades características alternando con el talar. Estas son praderas húmedas, pradera salada y comunidades palustres.
En cuanto a la pradera húmeda existen toda una gama de comunidades que están condicionadas por la diferente retención de agua, de manera que en el extremo más húmedo encontramos como especies dominantes: Eleocharis Nodulosa, E. Bonaerensis, E. Viridans, Juncus Micropalus, Juncus Bufonius, Clyceria Multiflora, Paspalidium Paludiphalus, Juncus Lesueurii y Alternantera Phyloxeroides.
En el otro extremo más húmedo existen variadas combinaciones de especies tales como Paspalum Distichum, P. Dilatatum, P. Vaginatum, Panicun Milioides, Polypogon Elongatus, Lolium Multiflorum, etc.
Entre las dicotiledoneas más frecuentes en esta comunidad encontramos Trifolium Argentinense, T. Repens, Lotus Tenuis, Nelilotus Indicus, Cirsum Vulgare, Aster Montevidensis, Eryngium Ebrecteatum, Rumex Erispus y Phyla Canescons. Dentro de las comunidades salinas encontramos especies que se desarrollan en campos bajos, anegadizos y próximos a los cuerpos de agua, entre ellas podemos mencionar: Agropyrum Scabrifolium, A. Pungens, Spartina Montevidensis, S. Brasiliensis, Sporobolus Pyramidatus, Pylopogon Elongatus, Sida Leprosa, Salicornia Ambigua, Atriplex SP, Spergularia Ramosa y S. Villosa.
Por último, en las comunidades palustres encontramos Scirpus Californicus, Typha Latifolia, T. Dominguensis, T. Subulata, Clyceria, Multiflora, Zizanopsis Bonariensis.
Hacia los bordes se encuentra, entre otros, Solanum Malacoxylon, Poligonium Stelligerum, Scipus Olneyi, etc.
Información: Cátedra de Silviocultura I Estudios sobre Ecología de Tala.
Nota en el «Mensajero de la Costa» por María del Carmen Rodriguez Asociación San Francisco de Asis.